
La Terapia Neural consiste en añadir pequeñas cantidades de procaína (anestésico local de baja potencia) con agujas alemanas, para reactivar la función eléctrica de las células, es decir, retornando las funciones normales de la membrana celular, elemento indispensable para el mantenimiento de la salud.
Existen tres (3) tipos de intensidades en esta terapia:
- Superficial: Se aplica de manera superficial en la piel.
- Intermedia: Se utiliza en tejidos un poco más profundos como músculos.
- Profunda: Actúa sobre los vasos, las venas y arterias.
Dichas intensidades se dan dependiendo el tipo de enfermedad y la profundidad con la que deba ser tratada.
El alivio y la curación de todo tipo de dolor o enfermedad es posible con terapia neural, “terapia del dolor” sin fármacos. Jamás hace daño y no tiene efectos secundarios. Es el resultado de las investigaciones de varios premios nobel y fisiólogos de reconocimiento mundial.
Con la terapia neural se estimulan todas las acciones que el propio cuerpo posee para auto curarse, en otras palabras: el cuerpo de cada paciente tiene la capacidad de auto defenderse, auto curarse, mantenerse sano (mantener su circulación, su respiración, articulaciones, columna, huesos, aparato digestivo, hormonas, cabeza, ojos, oídos, corazón, hígado, menstruaciones, próstata, defensas, músculos, estado emocional y todas las partes de su cuerpo sano, es decir, mantener la homeostasis, que son todas las actividades que el cuerpo realiza por sí mismo para permanecer sano), pero a veces llega el dolor o la enfermedad porque algunas de estas actividades no están funcionando bien, entonces, la terapia neural puede corregir este “fallo” y devolver la salud.